Quería darle de comer y ella dijo:
- yo sola.
Quería bañarla y ella dijo:
- yo sola.
Le llevaba la mano para dibujar una palabra y ella dijo:
- yo sola.
Le cogío un libro para leerselo y ella dijo:
- yo sola.
Quería llevarla de la mano y ella dijo:
- yo sola.
Siempre decía "yo sola" y la dejábamos que lo hiciera ella sola, una y otra vez, aprendiendo a vivir su vida. estando siempre a su costado, cerquita o lejos, siempre apoyándola en sus decisiones.
Así aprendímos que lo importante es que nunca estuviera sola, pero sí que fuera libre para tomar sus decisiones.
Contigo siempre, preciosa, tú, sola.
2 comentarios:
qué bonita eres :)
he aprendido de l amejor.
Qué bonito ser la verdadera protagonista de tu historia y que decidas lo que decidas los tuyos te apoyan.
Quédate cerquita.
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