Tres tontos poemas de descubrimientos que vuelan entre trapos viejos.
(o de cuando el título promete otra cosa)
Descubrirme
en cada palabra que elijo
a veces porque no tengo otra,
y sentir el fracaso.
Volar sin moverme de la mirada
que proyecto en cada pájaro
y sentir el batir de alas de otros bichos,
de otros que ya vuelan sin sentido.
He descosido todos los adioses
y todos los te quieros
he dejado la tela llena de agujeros
y me he dormido tranquila
pensando que con un sobrehilo
ya todo está hecho.