martes, 5 de octubre de 2021

Un cuento para el cuarto cumpleaños. de un niño precioso, escrito y editado por su abuela Beni, en Úbeda y en septiembre de 2021 




I
Érase una vez Loncio que tenía mucha sed y, como no sabía que en el frigorífico de la casa de mamá, alguien había dejado un batido mágico, cogió el bote y... justo antes de beber, dijo:
- Con este batido mi sed calmaré.
Y se bebió un buen trago, sin adivinar que todo lo que hablara a partir de ahí sería con la letra E.
Si quería decir mamá, diría memé.
A su mamá le quiso pedir un bizcocho de chocolate, pero... de su boca salió esta frase:
-MEMÉ, QUE YE QUEERE EN BEZQUECHE DE CHEQUELETE.
(- Mamá, que yo quiero un bizcocho de chocolate.)
La madre al oírlo, le contestó:
- Ay, hijo mío, qué te pasa en la boca, que no te entiendo nada.
Loncio le gritó:
-MEMÉ, QUE YE QUEERE EN TRECE DE BEZQUECHE DE CHEQUELETE E ENE TESTEDE DE PEN KEN ECEETE
QUE TENGUE MECHE HEMBRE, PER FEVER, MEMÉ....
(- Mamá, que yo quiero un trozo de bizcocho de chocolate o una tostada de pan con aceite, que tengo mucha hambre, por favor, mamá...) Pero la madre no le entendía nada y Loncio un poco enfadado se fue a beber otro sorbo de batido, del batido mágico, que él no sabía que era un batido mágico.

II
Y abrió tanto la bocaaA, que cuando tragó el batido, ya solo habló con la A. Como él no lo sabía y seguía teniendo hambre, se fue para su mamá y le pidió:
- MAMÁ, KA YA KAARA AN TRAZA DA BAZCACHA DA CHACALATA A ANA TASTADA DA PAN CAN AZAATA. KA TANGA MACHA HAMBRA, PAR FAVAR, MAMÁ, DAMA ALGA DA CAMAR. CA TANGA MACHA HAMBRA...
(- Mamá que yo quiero un trozo de bizcocho de chocolate o una tostada de pan con aceite, por favor, mamá, dame algo de comer, que tengo mucha hambre...)
Pero, claro, la madre no tenía ni idea de lo que le pasaba a Loncio, por lo que se lo dejó con las palabras en la boca, pidiéndole la merienda.
El pobre Loncio solo quería algo para merendar y ya hasta le daba igual el qué tomar. Bien podía ser un trozo de bizcocho de chocolate, como una fruta cualquiera o una to
stada de pan y aceite.



III

Desesperado y sediento se tomó otro trago del batido mágico. Cuando su boca estaba más redonda que la O... pensó en decirle:

- Mamá, mamá, por favor, dame un trozo de bizcocho de chocolate o una tostada de pan con aceite, por favor, mamá, mamá que tengo mucha hambre.

Pero no pudo decirlo, porque esta vez, habló de esta forma:

- MOMÓ , MOMÓ, POR FOVOR, DOMO ON TROZO DE BOZCOCHO DO CHOCOLOTO O ONO TOSTODO DO PON CON OZOOTO, POR FOVOR, MOMÓ, MOMÓ, CO TONGO MOCHO HOMBRO.

La mamá escuchó "hombro" y le dijo:

- Loncio, ¿cómo te voy a coger a hombros? si lo que tendrás es ganas de merendar, ¿quieres que te dé un poco de pan con tomate y aceite?

-SÓ, SÓ, -dijo Loncio- LO CO SOO, MOMÓ, YO TONGO MOCHO HOMBRO, YO MO COMO LO CO SOO.

Y aunque él quería decir:- Que sí, que sí, lo que sea, mamá, que yo tengo mucha hambre y yo me como lo que sea.

La madre oyó que estaba "como loco" y riendo le dijo:

- Loncio, anda, vete a jugar a tu cuarto, ja, ja, que me tienes mareada, ja, ja, ...

IV

Y Loncio se fue muy triste porque su mamá se reía y no lo entendía; ahora casi llorando, que parecía que hablaba con la í, volvió a por el batido.

Después de tomarse un buen trago, llegó al cuarto de estar, donde su madre leía tranquilamente un libro y Loncio esperaba que todo hubiera pasado y a su querida mamá le dijo:

-MIMÍ, MIMÍ, QUI YI QUIIRI IN BIZQUICHI DI CHICILITI I IN TRICI DE PIN QUIN MIRMILIDI I IN TIMITI QUIN ICIITI Y PIN.

(- Mamá, mamá, que yo quiero un bizcocho de chocolate o un trozo de pan con mermelada o un tomate con aceite y pan.)

La mamá muy enfadada otra vez le dijo que se fuera a su cuarto, que ya estaba bien, que si volvía de nuevo diciendo tonterías que lo iba a castigar... que ella quería leer y él no la dejaba tranquila.

- A ver, Loncio, ¿a ti te gustaría que yo te estuviera diciendo tonterías todo el tiempo?

- NI, MIMÍ.- dijo Loncio muy triste y se fue casi llorando, protestando y quejándose.



V

Y, con tanto hablar se había quedado con la boca seca, por eso volvió a coger el batido. Y bebiendo ahora con mucha rabia, como si se hubiera tragado una U, casi se lo bebe todo, por lo que dejó solo un traguito de batido en el fondo del bote...

Y allí mismo, en la cocina se puso a gritar a pulmón, como si el mundo se fuera a acabar:

- MUMÚ, MUMÚ, CU TUNGU MUCHU HUMBRU, PUR FUVUR DUMU UN PUCU DU MURUNDUR, LU CU TU QUURUS, PUR FUVUR, UNU MUNZUNU, UNU NURUNJU, UN TRUZU DU BUZCUCHU...

(- Mamá, mamá, que tengo mucha hambre, por favor dame un poco de merendar, lo que tu quieras, por favor, una manzana, una naranja, un trozo de bizcocho...)

Al oír los gritos, la mamá apareció en la cocina y muy enfadada le dijo:

- Loncio, ya está bien, no te entiendo nada o me hablas con todas las vocales o nos vamos a ver qué delirio es este. Que ya estoy un poco harta, un poco cansada y muy enfadada.

El pobre Loncio muy enojado y abrumado quiso decir: - Mamá, yo no sé lo que me pasa, cuando bebo batido no hablo bien.

Pero lo que dijo fue:

- MUMÚ, YU NU SU LU CU MU PUSU, CUUNDU BUBU BUTUDU NU HUBLU BUUN.



VI

La madre, asustada por como hablaba y muy triste por no entender a su hijo, empezó a lloriquear.

Y Loncio, abriendo mucho la boca se bebió el último trago del batido, mientras pensaba:

- Yo quiero hablar con todas las vocales, con la A, la E, la I, la O y la Ú.

Y... ¿tú sabes qué ocurrió?

Pues que Loncio le dijo a su madre con todas las letras:

- Mamá, mamá, es que yo tengo mucha hambre y ...

Y... ¿sabes por qué pudo decirlo bien?

Pues es que el último trago mágico había deshecho los hechizos.

¡Sí! Por fin, Loncio consiguió hablar con todas las letras y se le entendía muy bien. Je, je.

Su madre pensó que había sido el hambre el que le había hecho comerse las vocales y se puso muy contenta cuando comprobó que a su hijo no le pasaba nada grave.

Nunca supo que aquella tarde en la que Loncio la llamó, "Memé, mamá, momó, mimí y mumú", en el frigorífico alguien había dejado un batido mágico que cambiaba las vocales al hablar. ¿Quién habrá sido? ¿Tú sabes quién metió el batido mágico en el frigorífico? ¿Lo sabes?

Pues eso puede ser para otro cuento, porque este ha llegado a su colorín colorado...


Y que este cuuntu, quiinti, caanta, queente, coonto, que este cuento se ha acabado.

Fin, fon, fan, fen, fun.

FIN










Este cuento para el cuarto cumpleaños. de un niño precioso, ha sido escrito y editado por su abuela Beni, (Benita Isabel Campos Alcázar) , en Úbeda y en septiembre de 2021